10 errores más comunes que cometemos los diseñadores gráficos
10 errores más comunes que cometemos los diseñadores gráficos
He considerado dedicar este artículo a la TEORÍA DEL DISEÑO.
Ya seas freelance o un empleado “Godín”, te ha pasado que en ocasiones nos alcanza y nos gana nuestra mente en pleno proceso productivo creativo quedándose en blanco.
Hay personas que buscan dejar huella en el mundo teniendo hijos, yo prefiero dejar buenos y malos recuerdos, para ser honesta la lista de profesores que recuerdo de mi etapa como estudiante son pocos, unos porque me hicieron sufrir, pero aprendí, otros porque eran grandes en su profesión y fueron grandes heredándome sus conocimientos.
Para bien o para mal esa es la huella que quiero dejar…pero ¿si ni siquiera los diseñadores estamos conscientes de nuestros alcances, cómo vamos a lograr que empresas y clientes entiendan la importancia del diseño gráfico? Creo que el inicio de la respuesta es empezando por los diseñadores mismos.
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Diseñar no debe de ser gratis.
Con el afán de darnos a conocer o adquirir experiencia, aceptamos sueldos bajos, y proyectos cuyo pago es bajo o inexistente, el problema de aceptar esto es que abaratamos nuestra profesión.
¿Cómo es esto? Bueno actualmente muchos de mis compañeros recién egresados de la carrera no saben como venderse, así que a veces llegan a mal baratar su trabajo, así como cualquier carrera nosotros también estudiamos y de igual manera debe ser remunerado económicamente las horas de esfuerzo que se le invierten a un diseño.
Entrarán en juego muchos aspectos como tu experiencia profesional, la magnitud del proyecto, el número de horas empleadas, etc. Igualmente, hay que saber prever cuánto tiempo puede llevarte un trabajo, cómo de exigente es un cliente a la hora de elaborar cambios, etc.
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Ser diseñador no es sinónimo de “dibujar bonito”.
Siempre relacionan que los diseñadores gráficos dibujan bonito. Primer error, no siempre los diseñadores somos ilustradores, y aun así todos desarrollamos ciertas habilidades de dibujo, que al final en la practica laboral no siempre es necesaria esta habilidad. Si te enfocas a la ilustración evidentemente es algo que debes hacer, pero el diseño es mucho más que eso, el diseño esta a cada lugar que miramos, en la portada de una libreta, en el puesto de periódicos, en el vaso de Starbucks, en el comercial que acabamos de ver en la tv, en el post de Instagram que acabamos de ver, los diseñadores estamos involucrados en más cosas de las que la gente cree y no solo hacemos diseños bonitos.
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No entender el Brief.
Si no se tiene una idea clara de lo que el cliente quiere y necesita puede complicar las cosas. El trabajo se puede llegar a postergar, se pierde tiempo y se trabaja sobre ideas innecesarias y no relevantes para el cliente. Para eso se debe leer y comprender el escrito con mucho cuidado desde un inicio, tomar notas, intercambiar ideas y mantener contacto con el cliente para mostrar los avances.
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No guardar los documentos en el formato correcto.
Hay reglas básicas cuando se trata de diseñar en formato digital, como que el trabajo de impresión se guarda en formato CMYK y a 300ppp, mientras que el diseño para web debe ser en RGB y de 72 ppp. Siempre se debe tener esto en mente y pensar en los formatos de archivo, destacar las fuentes y los perfiles de color.
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No considerar otras opiniones.
Una vez que se haya terminado un diseño, es recomendable hacer pruebas y verificar si funciona, esto podría ser tomando opiniones de los demás y no cerrarse al criterio propio, ya que se debe tener en cuenta que el diseño será visto por muchas personas.
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La historia del arte no debe darte miedo.
Cuando nos hablan de historia, pensamos en lo tedioso, y complicado que es aprender datos y cosas innecesarias…¿de verdad es innecesario?, no tener presente la historia nos condena a cometer errores del pasado. En lo referente a la historia del arte, como diseñadores, nos lleva a tener más materia visual en mente al momento de ejecutar algo nuevo: «back to basics» crear a partir de normas gráficas existentes e inspirarnos con grandes maestros del arte, educa más nuestros ojos y por consecuencia nos convierte en embajadores de lo estético.
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Saber usar software de diseño no te hace diseñador.
Como en toda profesión existe la posibilidad de que «técnicos» presuman de ser profesionales, actualmente con al cantidad de tutoriales online gratuitos que existen sobre herramientas de diseño, la posibilidad de proliferación de estos falsos diseñadores ha incrementado. de ahí que termina circulando mucho material gráfico de mala calidad.
Dicen que el disfraz no hace al payaso, y hay mucha verdad, no es que los diseñadores vayamos a la escuela a aprender a usar acuarelas, pero sí vamos a aprender a usar nuestra cabeza, aprendemos la teoría del diseño, la lógica, la jerarquización, la psicología y el objetivo de todo lo que hacemos.
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No te vas a morir de hambre si eres diseñador.
Yo decidí ser diseñadora a los 18 años y algunas amistades me dijeron que NO es buena carrera, ya que los diseñadores se mueren de hambre y bueno, no presumo de riquezas pero muerta de hambre no estoy.
Es muy común encontrarme con diseñadores que dicen que “no hay trabajo” y sobre esa afirmación hay dos realidades:
No hay trabajo para los diseñadores sin talento.
No hay trabajo para los diseñadores que no saben ni diseñarse un currículum.
Un día un reclutador me dijo algo muy cierto: “nosotros sólo contratamos gente que actualmente tiene trabajo, porque eso significa que tiene talento.”
Y sí, aunque conozco algunos cuantos suertudos con empleo que no tienen talento alguno, pero bien dicen que la excepción hace la regla.
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El que no enseña, no vende.
Si tu book y CV son pésimamente diseñados, jerarquizados y redactados, aunque de cierta forma eso hace más sencillo el proceso de selección para los reclutadores.
Si como diseñadores, no sabemos diseñarnos una imagen a nosotros mismos, estamos perdidos, deberíamos considerar impartir una materia al respecto en todas las carreras enfocadas a la vida profesional gráfica.
Hoy día lo que les facilita un poco la tarea a los propios diseñadores son los templates, pero insisto, usar un template de cualquier material gráfico siendo diseñador, es como si nuestro panadero de la esquina comprara pan Bimbo, lo sacara de la bolsa y lo vendiera como suyo (incluyendo un costo más bajo de lo que en realidad pago por el).
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NO escuchar al cliente.
Aunque el cliente nos confíe el éxito de un proyecto debido a nuestra profesionalidad, debemos tener en cuenta cuáles son sus necesidades para poder ajustar el proyecto a lo que más les conviene. Por ello debemos tener en cuenta su opinión, y no evadir ningún tipo de contacto. Nuestro trabajo sólo llegará a buen puerto si se trabaja en conjunto con el cliente.
No olvidemos que crear y reconstruir van de la mano
El hilo negro ya se ha inventado, no hay nada que no sepamos de su existencia (visualmente hablando), y ahora lo que hacemos es ponerles nombres rimbombantes a las cosas como Visual Design o Design Thinking.
Lo cierto es que a partir de lo existente podemos crear transformaciones innovadoras que aporten nuevo contenido visual relevante y funcional.
Ojo, esto no es una invitación a copiar, si no a mejorar lo ya existente.
Y no olvidemos que es fundamental contar con un contrato de trabajo que obligue legalmente al cliente a abonar la cantidad acordada por el proyecto, así como que refleje todas las condiciones que se acuerden entre ambas partes.
En Bindiva sabemos que diseñar implica empatía con las personas, con el destinatario final de nuestros diseños, debemos construir objetos que las personas puedan disfrutar, creamos para y por las personas, nunca perdemos esa sensibilidad ya que eso nos ha dado los éxitos en nuestros proyectos.